EN LA CIUDAD Y EN EL CAMPO
“En la ciudad y en campo,
en la punas más lejanas;
trabajando sin descanso,
se encuentra un digno maestro...”
El párrafo de la cabecera pertenece a una canción, muy connotada por los maestros del sur del Perú; ...mil veces frenética y vibrante. Con esta canción muchos se iniciaron magisterio, con ella se despidieron: con tal retornaron y con su filosófico contenido se nutrieron.
En la ciudad, un profesor estoico se desenvuelve con perseverancia ante el logro de las potencialidades de sus discípulos; elogiable labor...cerca del progreso, la civilización y la gran cultura......
En el campo, un profesor casi juez, consultor y miembro de la comunidad...debe de impactar a la población por ser como ellos; quizás por eso en los años ochenta cuando en Lima no se hablaba de la tv en cable, en la zona denominada como Huancaray se privilegió a los comuneros con una programación de la tv internacional preferentemente centrada en agricultura y pacificación. En esos años junto a una expedición de comunicadores británicos se logró instalar una parabólica en el mencionado caserío y como debía ser la cortina de los espacios que se empalmaba sonaban a la canción magisterial, como sello de educación y derrotero.
Algunos de los maestros que enseñaban en esos parajes eran tan selectos como el profesor de inglés, a falta de profesores el cura del pueblo Raymund O´sullivan Sheridan se enfiló en las tareas no lejos de su vocación y así la docencia se realizaba en trilogía con la comunidad, los estudiantes y el mismo profesor.
Tal experiencia se ha vivificado por la trayectoria de maestros que hoy laboran en el colegio Guadalupe...presencia de todas las sangres en ese Perú de Arguedas, del Paco Yunque de Vallejo...Maestros para quitarse el sombrero... sencillos, cultos..vivificantes....
LIC. GERALDES SARMIENTO ARROYO
“DE CRÓNICA EN CRÓNICA”
No hay comentarios:
Publicar un comentario